Había pasado un poco más de una hora y los dos rubios ahora estaban abrazados con cariño.
Shizuka tenía una sonrisa satisfecha mientras se acurrucaba contra el desnudo cuerpo de su amante.
Cloud estaba resistiendo las ganas de continuar, después de todo, los gloriosos pechos de la rubia estaban presionándose contra él.
Si una cosa tenía que admitir el rubio, era que Shizuka tenía las tetas más gloriosas de todo este mundo, eran grandes, suaves y al parecer peleaban contra la gravedad porque la rubia no sentía dolor en sus hombros.
Las condiciones para poder reclutar a Shizuka también habían sido completadas, al parecer era rescatar a su mejor amiga de ese futuro incierto adicional a tener su afecto al máximo.
En otras palabras, Cloud tenía la oportunidad de hacer que tanto Shizuka como Saeko, se unieran en su camino hacia Origen.
"Mejor vistámonos" - sonrió el rubio mientras acariciaba la mejilla de su chica, quien soltó un pequeño maullido.
"Ok~" - Shizuka solo sonrió con aceptación mientras los dos volvían a vestirse y por coincidencias del destino, la puerta empezó a ser tocada.
"Mejor hablamos fuera de la oficina porque tengo que mandar que alguien la limpie" - murmuró el rubio - "No creo que sea buena idea recibir a alguien en una habitación con un olor reciente a sėxo"
Shizuka solo se sonrojó mientras le daba una mirada molesta, pero él tenía razón.
Cloud lentamente caminó hacia la puerta y caminó junto a la rubia que había abierto la ventana para que se ventilara un poco la habitación.
". . ." - cuando abrieron la puerta, las chicas menos Saeko, les estaban dando una mirada molesta al par de rubio, quienes estaban avergonzados, en especial cuando vieron la cara sonrojada de Saya.
"Ok, si vamos a hablar, hagámoslo afuera" - dijo Cloud mientras intentaba ocultar la pena que sentía - "Por cierto, me gustaría que le preguntaran a alguien para que limpie la habitación"
". . ." - las chicas solo guardaron silencio mientras seguían mirando al rubio.
"Ok dejen de jugar, ¿que necesitan?" - preguntó el rubio con seriedad.
". . ." - las chicas siguieron sin decir nada.
"¿Sucede algo?" - preguntó la recién llegada Saeko, pero comprendió lo que sucedía cuando vio la expresión avergonzada y satisfecha de la mujer rubia de grandes pechos - "¡Oh~!¿Entonces hoy es mi turno?"
Las chicas se avergonzaron ante las palabras de la campeona de Kendo, pero no pudieron decir nada.
"Mejor cambiemos de tema" - suspiró el rubio - "Porque aunque se molesten, no pueden quejarse chicas ya que estoy en una relación con ellas dos"
La expresión de las chicas se volvió molesta, pero no podían contradecir el argumento del rubio, después de todo, era cierto.
Lo que él hiciera con su novia.. novias, no era algo que ella pudieran decidir.
"¿Que pasó?" - preguntó Yuriko con curiosidad al ver al grupo reunido fuera de la oficina del rubio.
"No es nada" - respondió Kyoko con incomodidad, aunque estaba empezando a sentirse un poco frustrada, luego iría a hablar con el rubio.
"¿Saya?" - la madre pelimorada tenía los ojos entrecerrados cuando notó la actitud tan pasiva de su hija, normalmente esta sería la parte donde ella hubiera saltado a la acción.
"V-V-Vamos Kaasan" - dijo Saya mientras tomaba la mano de su madre y la arrastraba fuera del lugar sin saber que estaba pasando.
Rei solo sacudió la cabeza en frustración, mientras pensaba que tal vez debería pedirle algún consejo a su madre.
". . ." - Miku era la única que estaba tranquila de la situación, aunque no mentiría, ella tenía celos de lo abiertas que eran las dos chicas alrededor del rubio con su relación, tal vez las palabras que dijo Akane eran correctas y ella estaba pensando demasiado la situación, pero su pasado la hacía dudar.
* * * * *
La mañana pasó con calma y los reportes de los avances no se hicieron esperar.
Cloud estaba mucho más relajado, así que no hubieron problemas con su trabajo.
Las cosas mejoraban con cada día que pasaba, poco a poco estaban limpiando más su zona y ahora la gente podía tomar las casas alrededor.
Los vehículos seguían estando inutilizados ya que no tenían los cambios necesarios, dejando solo los autos que usaron para llegar al supermercado, utilizables.
El lado bueno era que la gasolina que reunieron era más que suficiente para las actividades del grupo.
Poco a poco los sobrevivientes volvieron a un estado de vida que era similar a antes de que iniciara el caos por el brote del virus, aunque todavía estaban alertas en casos de posibles incidentes.
Los nuevos reclutas para las fuerzas de combate, ahora se dividían en diferentes escuadrones especializados.
El de seguridad externa era liderado por Takashi, encargado de como dice, proteger a los sobrevivientes y hacer que se ċumplan las reglas, aquí también estaban Matsushima y Asami, ya que antes de los incidentes ellas eran policías.
Tora había cambiado de trabajo y ahora era líder del escuadrón de reconocimiento y su segundo al mando era Yellow Monkey, encargados de encontrar otros sobrevivientes y nuevos recursos necesarios.
Kiriko estaba a cargo de la seguridad interna, o sea, ella se encargaba de proteger a los 'altos mandos' junto a un pequeño grupo.
Rei había decidido encargarse de los suministros, en otras palabras, ella revisaba que todo estuviera bien con los alimentos y otros recursos. Kyoko la ayudaba ya que su oficio no era necesario actualmente, después de todo ella enseñaba a jóvenes de entre 14-18 años y estos estaban trabajando en estos momentos.
Saeko estaba al mano del escuadrón de asalto mientras que Kohta era su apoyo junto a su equipo.
Miku, Airi y Akane estaban a cargo de los asuntos civiles, cosas como problemas, consejos entre otros asuntos relacionados a los sobrevivientes no combatientes.
Los dos líderes de facciones bajo Souichiro, ahora eran los encargados de la parte militar, o sea, daban informes regulares sobre las mejoras, peticiones entre otras cosas.
Cloud recibía todos los días los reportes de sus subordinados para poder mantenerse al día con el crecimiento y prevenir que los problemas crezcan, así que la situación actual era estable, aunque no mentiría, todavía había pequeños roces.
Cosas como hombres intentando propasarse, era pan de cada día, aunque con las debidas advertencias, nada pasaba a peor.
"Expandirnos más es contraproducente..." - murmuró el rubio mientras observaba los reportes del escuadrón de reconocimiento.
No era que él quisiera controlarlos, es solo que no quería tener que tratar con violadores o asesinos.
Él no iba a decir que confiaba en el grupo completamente, después de todo, los seres humanos son seres que buscan el beneficio propio y la autosatisfacción, es por eso que quería tenerlos cerca, pero no lo suficiente como para que se sintieran privados de libertad.
"Permiso" - una voz femenina se hizo presente mientras la puerta se abría, mostrando a una hermosa mujer castaña con lentes.
"¿Sucede algo Kyoko-san?" - preguntó Cloud con una sonrisa.
"Si... hay algo que quiero hablar contigo" - dijo la castaña mientras se acomodaba los lentes.
"Ok" - asintió el rubio con calma mientras le decía que se sentara.
* * * * * [Con Tora y el Escuadrón de Reconocimiento] * * * * *
"Señor, hemos detectado movimientos a una cuadra de distancia, probablemente infectados" - dijo un hombre armado mientras miraba a su líder.
"Ya veo... será mejor movernos con cuidado" - asintió Tora con seriedad - "Si son sobrevivientes, ya saben como reaccionar"
"¡Hai!¡Atacar si son hostiles o si son monstruos!" - gritaron los soldados.
El grupo era conformado por hombres con pareja, así que al igual que su líder, tenían un odio contra violadores.
Cloud había dejado bien claro que no se permitía el acto de violación y si algún hombre que encuentren era encontrado culpable de tal acto, Tora había conseguido el total control de como juzgarlo.
"¡Señor!¡Escuchamos ruidos dentro de la casa!" - gritó un hombre armado.
"¡Entren y limpien!¡Si encuentra sobrevivientes ya saben que hacer!" - ordenó Tora mientras tomaba su arma con firmeza - "¡Andando!"
"¡Hai!" - los hombres gritaron, solo para romper la puerta con fiereza.
Desde dentro se pudieron escuchar los gritos sorprendidos de un hombre y los llantos de una mujer.
Los soldados rápidamente comprendieron la situación y apuntaron sus armas en esa dirección, solo para ver como un hombre caminaba con los pantalones a medio bajar.
"¡Estoy vivo!" - gritó el hombre con sorpresa y esperanza - "¡Por fin me han rescatado!"
". . ." - el grupo no dijo nada, solo miraron como la mujer estaba asustada.
"¡¿Que esperan?!¡Llévenme a un lugar seguro!" - gritó el hombre con furia - "¡¿No saben quien soy?!¡Soy el hijo de uno de los comerciantes más grandes de la cuidad, ahora sáquenme de aquí!"
"¿Quien es ella?" - preguntó Tora con seriedad.
"¿Ella? Solo es una puta que no sirve para otra cosa que coger" - dijo el hombre con simpleza - "Si no fuera al menos sėxy, la hubiera usado como carnada como a su novio"
"¡Eres un puto monstruo!" - gritó la mujer mientras lloraba.
Todavía podía recordar como el bastardo había entrado a su casa por ayuda, solo para traicionarlos y usar a su marido como carnada para salvarse.
Los soldados ya no necesitaban más prueba.
"Por reglas de Cloud-sama, te consideramos culpable" - dijo Tora con frialdad - "Ya saben que hacer chicos"
"¡Hai!" - gritaron dos soldados mientras tomaban al hombre y lo arrastraban fuera del lugar, haciendo oídos sordos ante los constantes gritos y amenazas del bastardo.
La pobre mujer solo pudo llorar, aunque no sabían si era de felicidad por ċumplir su venganza o de alivio de que por fin estaba a salvo.
Tora le dijo a su hombres que tomaran a la pobre mujer y que la llevaran a la zona segura, ahí podrían dejarla a salvo y tal vez... solo tal vez, ella podría empezar de nuevo.
"Gracias..." - era lo único que la mujer pudo decir mientras lloraba.
Tora solo negó con la cabeza porque no era primera vez que veía esta situación, ni tampoco sería la última vez.
"Volvamos..." - murmuró Tora con calma, ahora quería ir a ver a su novia.
* * * * *
"Ya veo..." - asintió el rubio mientras miraba a la hermosa profesora - "Pero sabes que no puedo dejarlas"
"Lo se... lo he estado pensando desde que las chicas y yo, hablamos sobre esa estúpida idea en la casa de Rika-san" - suspiró Kyoko - "Pero mientras más pasa el tiempo, menos descabellada suena ese idea"
Los dos habían estado hablando por 30 minutos aproximados.
Kyoko había liberado todo lo que tenía dentro de ella desde que el rubio la había salvado hace más de una semana.
En un principio pensaba que esa sería la única forma de poder salvarse, una idea que pasaba por la mente de más de una mujer, usar su cuerpo como medio de pago para poder conseguir seguridad, pero con el paso del tiempo, comprendió que no sería necesario, ya que el rubio la estaba protegiendo sin pedir nada a cambio.
Primero fue por necesidad, luego por respeto, luego por interés y finalmente por afecto, así habían pasado los pensamientos de Kyoko ante una posible relación con Cloud.
Luego de pensarlo durante todo este tiempo, comprendió que las palabras de Miku y Saeko eran ciertas, ellas ya no estaban viviendo en la sociedad que ellas pensaban, ahora todo era caos, o al menos para esta cuidad, pero sinceramente, ella sabía que no era el único lugar donde sucedían estos sucesos.
La moralidad era algo que se estaba perdiendo y por lo que había visto y escuchado de los sobrevivientes que habían estado llegando, todo era peor.
Una relación entre una profesora y un alumno, no era nada comparado a violaciones sin control.
Una relación poligámica, no era nada comparado a asesinatos por todos lados.
"Es por eso que decidí tomar el control con mis propias manos" - dijo Kyoko con seriedad - "Decidí seguir mis sentimientos, mis instintos y así no arrepentirme de algo que suceda después"
"Puede que incluso muera en unos días y no me arrepienta de nunca haber dicho lo que siento" - la mirada llena de resolución de la profesora era firme - "Es por eso que dejé todos mis pensamientos estúpidos a un lado"
Cloud solo guardó silencio mientras observaba a Kyoko.
La profesora solo se levantó y caminó donde el rubio, solo para sentarse en sus piernas y rodear su cuello con sus delgados brazos.
Kyoko presionó su cuerpo contra Cloud y le dio un pequeño beso en los labios.
El rubio no la detuvo, después de todo, no era como si él se negara a esta hermosa mujer.
Kyoko sonrió internamente al ver como el chico no la detuvo, así que se volvió mucho más osada.
Lentamente el ambiente de la oficina, se hizo más y más acalorado, al punto que cuando separaron sus labios, sus respiraciones estaban irregulares.
"Tómame" - dijo Kyoko con fiereza y lujuria - "Quiero experimentar lo mismo que Shizuka-san... quiero que me destruyas completamente"
"Ok" - asintió el rubio mientras le decía que se levantara y así poder cerrar la puerta.
Él no quería que se repitiera el mismo incidente que la última vez.
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Supongo que subiré el cap dentro de unas horas, de ser posible, me gustaría que alguien dijera sus impresiones.