Chapter 38 - Capítulo 38: Primer Movimiento

Era un nuevo día para el grupo y los sobrevivientes estaban empezando a despertar.

Cloud abrió los ojos y vio a una hermosa chica de cabello morado sonriendo a su lado - "Despierta Saeko"

"Dame dos minutos más..." - murmuró la chica, quien tenía una sonrisa en bello rostro.

"Por mucho que me gustaría, ahora tenemos unas misiones que hacer" - suspiró el rubio mientras la chica se despertaba a mala manera.

La noche anterior fue maravillosa, los dos habían renovado sus votos de amor.

"Bien... pero me lo tienes que compensar después" - sonrió Saeko.

"¿Y como sería eso?" - preguntó el rubio con una media sonrisa.

"Escuché de Kyoko-san que la llevarás a una cita y yo quiero el mismo trato" - dijo la pelimorada con seriedad.

"No tengo problemas" - asintió Cloud - "Pero ahora, levantémonos que tenemos que seguir trabajando"

"¿Algo especial hoy?" - preguntó la campeona de Kendo.

"Solo que hoy empezaremos a expandir nuestra área de acción" - respondió Cloud con seriedad - "Intentaremos movernos tanto, que obligaremos a los militares a ponerse en contacto"

"Ya veo..." - asintió Saeko - "El primero que se mueva, será quien pierda la ventaja, así que quieres obligarlos a hacer el primer movimiento"

"Exacto" - asintió el rubio - "Es por eso que rescataremos a todos los sobrevivientes que podamos y 'castigaremos' a todos los bastardos que sean necesarios, no necesitamos a violadores o asesinos sin control en nuestro grupo, pero eso lo resolveremos mientras nos 'expandimos' "

"¿Vendrás con nosotros?" - preguntó Saeko con una media sonrisa.

"Obvio" - asintió Cloud - "Siento que me estoy oxidando demasiado detrás de ese escritorio"

"Fufufu~" - Saeko solo soltó una pequeña sonrisa mientras se acurrucaba en su amante - "Extrañaba ver la carnicería que causabas cuando peleabas a mi lado"

Cloud solo sonrió ante las palabras de la chica mientras los dos se vestían y se retiraban de la habitación.

* * * * *

La semana pasó y la vida de los sobrevivientes del grupo de Cloud, se volvió rutinaria.

Levantarse, trabajar o estudiar, entrenar y finalmente dormir, esa era la vida de la gente del grupo.

La cita de Cloud con Kyoko fue todo lo que ella pidió, claro que no pudieron tener mucha variedad con la situación actual, pero era lo mejor que le podían dar.

Los diferentes escuadrones ya estaban bien organizados y ahora tenían experiencia en sus áreas.

Cada vez la zona segura crecía con sus esfuerzos y los sobrevivientes llegaban uno detrás de otro.

Cloud había vuelto a estar encerrado en su oficina mientras recibía documento tras documento, lo cual era molesto.

"¿Que se siente estar detrás de pilas de documentos, Cloud-kun?" - preguntó Yuriko, quien le divertía ver como el chico sufría.

"Es un dolor en el culo..." - murmuró el rubio - "¡Son puras cosas sin sentido!¡Mira!¡Se me tapó e baño!¡Necesito una novia!¡Baños privados!¡Pura basura que ellos mismos pueden solucionar!"

"Oh..." - Yuriko solo pudo mirar con lástima al chico.

"¡Ya está!¡Nueva ley!¡Solo pueden entregar documentos que sean ESTRICTAMENTE necesarios... cosas que sean extremadamente IMPORTANTES!" - gritó Cloud con el ceño fruncido - "Sino, sus peticiones serán denegadas..."

"Eso es comprensible" - asintió Yuriko.

"Como sea, ¿para que has venido?" - preguntó el rubio con seriedad - "No es que no me guste tu compañía o algo por el estilo, pero no creo que solo hayas venido a disfrutar de mi desdicha"

"¿Sabes? Ahora soy técnicamente tu secretaria... deberías ser un poco más amable conmigo" - dijo Yuriko con el ceño fruncido.

"Si fuera por así, te tendría haciendo el trabajo de 'secretaria' " - dijo con tono bromista el rubio, pero se quedó en silencio cuando escuchó sus palabras - "Lo siento por eso, estoy un poco estresado con tanto documento estúpido y peticiones de la parte armada del grupo"

"Lo se... Souichiro era igual cuando llegaba la temporada de guerra de pandillas" - asintió la pelimorada - "Pero recuerda, yo no soy Shizuka, Kyoko o Saeko, así que no intentes tus bromas conmigo"

"Lo se" - suspiró el rubio mientra se masajeaba la sienes - "Solo espero que cuando libere esta 'ley', se reduzca un poco mi carga de trabajo... ¿sabes? no he podido entrenar en días y siento que me estoy oxidando..."

Yuriko solo negó con la cabeza - "Mejor toma un pequeño descanso"

Pero sus palabras quedaron en el aire cuando la puerta de la oficina se abrió de golpe.

"¡¿Ahora que?!" - rugió el rubio con molestia.

"¡Lo siento señor, pero un grupo de militares está en la entrada y quieren hablar con usted!" - dijo uno de los guardias mientras sudaba al sentir la mirada molesta de sus superior.

"Ok..." - suspiró Cloud con molestia, para luego voltear a ver a la pelimorada - "¿Me acompañas?"

"Será un placer" - sonrió Yuriko, quien inconscientemente movió su cadera de forma seductora.

Cloud se le quedó mirando un segundo, pero fue interrumpido por la voz de la mujer - "¿Sucede algo?"

"¿Lo estás haciendo apropósito?" - preguntó el rubio mientras entrecerraba la mirada.

"¿A que te refieres?" - preguntó en confusión Yuriko.

"No es nada" - Cloud solo sacudió la cabeza con molestia, no era primera vez que Yuriko hacía eso y tal parece lo hacía de forma inconsciente - "Voy a necesitar un descanso y tiempo de calidad con Shizuka-chan..."

"?" - Yuriko solo lo siguió con una expresión confusa.

* * * * *

Fuera del supermercado, un convoy militar estaba esperando con molestia a que llegara el líder del grupo de sobrevivientes.

El general les informó específicamente que no hicieran una estupidez y se pusieran en el lado malo de este grupo, pero la mirada condescendiente del líder de los militares, decía que no estaba prestándole atención a sus instrucciones.

Sus ojos estaban devorando con la mirada a las mujeres que estaban trabajando en la zona, aunque no era el único, los demás tenían una mirada similar.

"Aún no comprendo como es que hay tantas mujeres en esta mierda de grupo..." - dijo uno de los soldados.

"No lo se... pero cuando terminemos con ellos, no sería mala idea que nos dejaran divertirnos con ellas" - sonrió el líder.

"Lamento la tardanza" - los militares miraron al frente y vieron a un joven de no más de 20 caminando al lado de una de las mujeres más bellas que nunca hayan visto.

Cabello largo morado, unos pequeños labios rojos, una figura destructora y un hermoso vestido de fiesta color morado con brillantes adornaban su cuerpo.

Era obvio que esa mujer era de clase alta y no podía ocultarse.

El Líder no podía creer que existiera tal belleza en este mundo y él la haría suya cuando terminaran de hablar.

"Mocoso, somos la fuerza encargada de proteger esta cuidad y nuestro líder nos mandó para hablar sobre como tratar con una fuerza creciente que no está bajo el mando de los militares, así que vinimos a 'negociar' con ustedes" - dijo el líder, quien no despegaba la mirada de Yuriko - "Y será mejor que des buenas propuestas o me veré en la penosa necesidad de usar la fuerza para someterlos"

". . ." - la gente alrededor entrecerró los ojos mientras le daban una mirada de furia al grupo militar.

Los bastardos estaban tratando de mostrarse en lo alto cuando no habían hecho nada para ayudarlos.

Cloud y su grupo no solo los había salvado, sino que les había dado la estabilidad y la seguridad que ellos tanto desearon cuando ocurrió el brote del virus y ahora viene un grupo de militares tratando de tomar control de ellos y por lo que vieron, de las mujeres.

"No se si su líder es un idiota o esa es la visión de su general" - dijo Cloud con frialdad - "Porque solo diré que son idiotas"

"¡¿Que?!" - el líder del convoy miró con furia al chico - "¡Mira mocoso!¡Nosotros nos hemos partido la espalda ayudando a recuperar la estabilidad de esta cuidad mientras que tú...!"

"¡Mientras que yo he estabilizado completamente esta parte de la zona!" - rugió Cloud con furia - "¡No solo he traído paz a mis sobrevivientes, sino que les he dado la seguridad de no ser tratados como si fueran ganado!"

"¡¿A caso crees que no vi tu asquerosa mirada?!" - Cloud caminó frente al líder del grupo militar con unos ojos fríos - "Será mejor que vuelva donde su jefe y le digan que mande a alguien con cerebro, porque sino, esto evolucionará a algo más que solo palabras"

"¡M-Maldito!" - rugió el líder mientras sacaba su arma y le apuntaba sin dudarlo, pero antes de que pudiera usarla, se le fue arrebatada.

". . ." - Cloud tenía la pistola en su mano mientras jugaba con ella - "¿Sabes? Cuando un embajador, apunta su arma contra el líder de otra nación, eso es considerado como una declaración de guerra"

Un gran grupo de hombres armados, rodeó al grupo de militares mientras los miraban con frialdad.

Muchos de ellos eran pareja de las chicas que estaban trabajando, así que estaban furiosos al ver las miradas de lujuria de los recién llegados, pero que esa escusa de líder apuntara al hombre que los había ayudado tanto, fue la gota que rebalsó el baso.

"¡¿A-A-A caso intentan revelarse ante los militares?!" - rugió el líder con miedo.

"Estoy seguro que su general dijo que no se pusieran en nuestro lado malo" - dijo Cloud mientras los miraba con calma - "Y puedo comprender el porque... después de todo, es muy probable que ustedes ganen la batalla, pero el precio a pagar no solo sería la vida de muchos soldados entrenados, sino que también la confianza de la gente..."

"Militares usando la fuerza para atacar a un gran grupo de sobrevivientes... solo pensar en eso hace que quiera oponerme a ellos" - continuó el rubio - "Es obvio que su general quiere mantener la estabilidad, pero he aquí ustedes, viniendo a nuestro territorio con una mala actitud y deseando conseguir a nuestras sobrevivientes para satisfacer sus propios deseos oscuros"

". . ." - los solados solo se quedaron en silencio, porque sabían que si intentaban sacar sus armas, la gente que los estaba rodeando, les dispararían sin siquiera dudarlo.

"Dejen sus armas en el suelo y vuelvan donde su general" - dijo Cloud con frialdad - "Díganle que para la próxima, mande a alguien que tenga al menos dos neuronas para que podamos negociar como personas civilizadas"

Los soldados hicieron lo que les dijeron y se prepararon para partir en silencio.

El líder del convoy estaba mirando al rubio con frialdad y odio, pero no hizo nada para empeorar su situación - "Vamos"

"¿Estás seguro de no haberlos sacado del mapa?" - preguntó Yuriko con seriedad.

"¡Wow~! Sin piedad alguna ¿eh?" - sonrió Cloud mientras la miraba con calma.

"Soy... era... la esposa del líder de los yakusa, es obvio que no tengo que mostrar piedad a mis enemigos" - sonrió Yuriko - "Sin contar que esa larva quería intentar algo conmigo..."

"Por mucho que me gustaría volverlos alimento de zombies, no podemos hacerlo" - negó Cloud con seriedad - "Si lo hacemos, estaríamos declarando una guerra con los militares"

"Una guerra que sinceramente borraría al menos un 95% de nosotros" - continuó el rubio - "Es por eso que hice que volvieran vivos, así también el general nos 'deberá una' por nuestra piedad"

"Cada vez suenas más como mi esposo" - sonrió Yuriko mientras le daba una mirada coqueta, pero se congeló cuando notó como el rubio se retiraba - "¿Cloud-kun?"

"Lo siento Yuriko-san... pero yo... no soy él..." - dicho eso, Cloud se retiró - "Yo no soy el reemplazo de Souichiro..."

". . ." - Yuriko se quedó en silencio mientras comprendía lo que había pasado y mientras más recordaba los sucesos, más abría los ojos.

Ella supo de inmediato que había pasado, ella estaba moviéndose igual que lo hacía en la presencia de su fallecido esposo.

"Ya veo..." - murmuró la pelimorada para si misma - "Lo he estado tratando como a mi esposo..."

"Son tan iguales... que estaba usándolo como reemplazo..." - Yuriko tenía una sonrisa triste en su rostro, después de todo, era triste.

Ella, una mujer viuda, estaba usando a un joven parecido a su esposo como reemplazo para cubrir el vacío que le había dejado su pérdida.

"Lo siento..." - murmuró Yuriko con pesar.

"¿Kaasan?" - Saya se sorprendió al ver la expresión decaída de su alegre madre.

"¿Saya-chan?¿Que haces aquí?" - preguntó la madre con un sonrisa forzada.

"Solo había escuchado que habían problemas, así que vine a ver que sucedía" - respondió Saya con calma - "¿Pero que te pasó, Kaasan?"

"No es nada princesa, es solo que descubrí que no soy una buena mujer..." - murmuró Yuriko con pena - "Pero mejor dejemos eso a un lado, no quiero hablar del tema"

"Ok..." - asintió la pelirrosa - "Pero quiero decirte que no eres una mala mujer"

"Gracias princesa" - sonrió Yuriko, pero todavía estaba triste al comprender lo mal que fue su actitud con el chico que las estaba ayudando.